Al final, esto no es más que una idea que ronda mi cabeza desde hace ya tiempo y que ha necesitado una excusa formativa para ir tomando cuerpo y forma. Un pequeño 'homenaje' a la tierra en la que vivo, hermosa y singular. Olvidada también. Demasiado silenciosa. Tan llena de vida y tan falta de ella. Un rinconcito que siento mío y que de alguna manera quiero reivindicar y convertir en centro, en objetivo. No faltan cuestiones que tratar ni maravillas que mostrar, tampoco retos que afrontar... ni ruedas con las que dejar de comulgar.
¿Amén?
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Hola Mari:
ResponderEliminarHas conseguido que recuerde el olor a pan, a jara, a tomillo, a lluvia de verano... al de Tábara, pero está muy cerca.
Un abrazo desde luisillo.es, te hemos puesto en nuestro rinconcito. Lo administro y oigo hablar mucho, mucho de ti. Cuidate.